Miles de personas --más de 50.000 según fuentes sindicales y alrededor de 20.000 según las estimaciones de la Policía Nacional--, agrupadas principalmente bajo las siglas de CC.OO., UGT y USO, cortaron hoy el centro de Madrid para denunciar la falta de unidad de acción por parte de la UE y para pedir al Gobierno de España que pase de las palabras a los hechos, en una concentración multitudinaria que desbordó incluso los niveles de asistencia de los últimos 1º de Mayo.La manifestación, enmarcada en una serie de concentraciones convocadas por la Confederación Europea de Sindicatos (CES) que tendrán lugar en los próximos días en otras ciudades europeas, aunó bajo el lema 'Combatir la crisis: El trabajo lo primero' a los secretarios generales de CC.OO., Ignacio Fernández Toxo; de UGT, Cándido Méndez; y de USO, Julio Salazar, que estuvieron acompañados por representantes de los principales sindicatos de Portugal y Andorra y personalidades de la política, como la secretaria de organización del PSOE, Leire Pajín y el coordinador de IU, Cayo Lara, entre otros.
En un ambiente festivo, dado el día soleado, los manifestantes marcharon desde la Plaza de Colón hasta las inmediaciones de la Puerta del Sol entre las 12.00 de la mañana y las 13.00 del mediodía, sin que se produjeran incidentes destacados. Durante el trayecto, los tradicionales colores rojo y blanco de las formaciones sindicalistas tapizaron el corazón de la capital entre pancartas y banderas, con mensajes pidiendo un trabajo digno y poner freno al paro, portados por trabajadores de toda España y de países como Francia, Bélgica o Italia.
Una vez finalizada la marcha, desfilaron por el escenario habilitado para la ocasión, no sólo lo líderes sindicales en España, sino también representantes del sindicalismo portugués. En este punto, el secretario general de CC.OO., el único que fue interrumpido por las ovaciones, pidió a la CE que salga de la "atonía y la dispersión de las iniciativas y los discursos" para acometer medidas dirigidas a construir una verdadera Europa social. Además, tras llamar a la unidad del sindicalismo europeo, demandó una "participación masiva" de cara a las elecciones europeas del próximo 7 de junio.
Asimismo, lanzó un mensaje al Gobierno español: "Hay que ponerse al tajo. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, haría bien en llamar hoy mismo a los agentes sociales para ponerse a trabajar", señaló. Además, en declaraciones a los medios denunció una "clamorosa ausencia" de cualquier referencia a la mejora de la protección social en el discurso de Zapatero durante el Debate sobre el estado de la Nación.
Por su parte, el secretario general de UGT, indicó que, desde la "fuerza democrática y la autoridad moral de los trabajadores", es preciso exigir un cambio de rumbo en el proceso de construcción de la UE y aseguró que la CE es un ejemplo de "impotencia sin presente ni futuro", a la vista de que no ha tomado ninguna medida conjunta. En el ámbito nacional, pidió al Gobierno que pase de "las palabras a los actos" a través del diálogo social y una mayor coordinación con las comunidades autónomas.
Por su parte, el secretario general de USO aseguró que, más que nunca, es necesario "fortalecer el modelo social y con él la Europa del pleno empleo y la cohesión". Asimismo, pidió que se incluyan en los programas electorales del próximo 7-J las reivindicaciones de la CES para "exigir soluciones" a la UE.
Finalmente, agradecieron la asistencia a la manifestación y defendieron la movilización sindical por el empleo, los líderes madrileños de UGT y CC.OO., José Ricardo Martínez y Javier López, así como el secretario general de la CES, John Monks, quien cerró el acto llamando al unidad de acción de la UE y a apostar por más planes para el empleo y menos para el rescate del sistema financiero.
Mayor respuesta que en el 1 de mayo
Por otro lado, las previsiones de los sindicatos, que apuntaban a unos 50.000 manifestantes, se vieron ampliamente superadas, tanto que incluso dejaron atrás las cifras del pasado 1 de Mayo, tanto en el recuento realizado por los convocantes como el estimado por las fuerzas de seguridad, a partir del recuento de transportes fletados para la ocasión.
Ya desde las 11.30 horas, manifestantes caminaban por las vías aledañas a la Plaza de Colón con pancartas en las que se leían consignas a favor del empleo. Entre ellos, trabajadores de Trident llegados de Barcelona, que hoy iniciaban un periodo de huelga, y que merecieron mención especial por parte del secretario general de CC.OO.
Además, representantes de las federaciones territoriales de los diferentes sindicatos se mezclaron con mineros de Boliden, trabajadores de Sintel y casi un centenar de empleados de Iveco. Sobre la muchedumbre se pudieron oír pitos, petardos, globos y cánticos. El más coreado 'Si esta es nuestra España, caña, caña, caña. Si esto no se arregla, guerra, guerra, guerra" . Para amenizar la marcha, un grupo de manifestantes representaron un cortejo fúnebre portando ataúdes en los que se simbolizaba la muerte de los contratos 'basura'.